El hormigón pulido industrial quizás no goza de la estética sobresaliente del hormigón impreso, pero nos permite disfrutar de una superficie completamente lisa y perfectamente preparada fundamentalmente para garantizar la seguridad y la máxima resistencia.
Para que nos hagamos una idea, este pavimento se hace con el objetivo de poder resistir a todo tipo de choques mecánicos, al desgaste, al tráfico intenso y de gran tonelaje, a las inclemencias a las que se verá sometido con el paso del tiempo y por supuesto también una fantástica resistencia al impacto, con lo cual se hace muy recomendable para naves, centros comerciales y en general superficies que queremos que estén completamente lisas y que garanticen su estructura.
A su vez, para este tipo de usos es muy estético, además de que vamos a tener la posibilidad de pintarlo con diferentes colores y, lo mejor de todo, es todavía más económico que el hormigón impreso, ya que se pueden hacer cientos de metros cuadrados diarios sin ningún tipo de problema, simplificando así el proceso y disminuyendo el coste en mano de obra de forma sustancial.
En definitiva, tenemos a nuestra disposición dos alternativas muy interesantes y que se van a adaptar a prácticamente cualquier tipo de necesidad, consiguiendo de este modo un pavimento con una apariencia de gran calidad y con una resistencia y capacidades que superan con creces las que podemos conocer de otros tipos de pavimento diferentes.
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